Las cámaras frigoríficas en Valencia permiten que podamos comer alimentos frescos durante todo el año. Esto ha supuesto toda una revolución en nuestra forma de entender la gastronomía y la relación con el entorno. Antiguamente solo podíamos comer productos de temporada y de proximidad, salvo aquellos que se podían conservar con diferentes métodos como el salazón, el aceite o el ahumado. Sin embargo, otros muchos no estaban a nuestro alcance, ya que se estropeaban en el tiempo que tardaban a llegar a nuestra mesa o no se podían guardar largos periodos de tiempo.

Ahora, gracias al frío industrial de Automatismos Guillén las cosas han cambiado. Podemos comer fruta tropical de Ecuador o la República Centroafricana, ternera Wagyu o Kobe japonesa y otros productos que antes se encontraban lejos de nuestras posibilidades. Esto ha transformado y enriquecido nuestra gastronomía típica a la vez que ha permitido que podamos exportar e importar todo tipo de productos alimentarios, mejorando nuestra actividad económica y permitiendo expandir nuestro mercado a todos los países del mundo.

Y por supuesto, estas cámaras han permitido que en sector de la panadería se pueda fermentar la masa para hacer todo tipo de tartas, bollos y pasteles, ofreciendo una gran variedad de ellos y haciendo que estén como recién hechos gracias a su conservación en las cámaras.

Estas importantes ventajas que han traído las cámaras frigoríficas en Valencia es algo que suele pasar desapercibido pese a hacer cambiado nuestra vida para siempre. Antes no podíamos realizar dulces con variedades de frutas, solo de las que estaban en temporada. Ahora, en cualquier pastelería puedes encontrar tartas de fresa todo el año, a pesar de que estas frutas sean propias de la primavera.